CUANDO UNA VIENE DE PROCESOS OSCUROS, ELEGIR LA VIDA ES LA REVOLUCIÓN MÁS PODEROSA
July
Hoy conocí un dolor que no sabía que habitaba en mí, unos años antes conociste mi desesperación cuando escribí acerca de esa ruptura que rompió mi corazón, pero ésto es nuevo, no es por él, no es por ella, ni siquiera es por mí, creo que lo que me ha dejado tan rota después de haberlos visto tomados del brazo, sonriéndose, es por el hecho de saber que la familia con la que soñé en que mi hijo nacería, crecería y sería feliz, nunca existió y no podrá existir. He llorado, me he insultado, me he odiado como nunca antes, tengo el cuerpo, los ojos, la mente adoloridos, pero sé que esto es lo más profundo en lo que pude llegar a caer, solo hay una cosa que puedo hacer después de experimentar este nuevo tipo de dolor: salir adelante, entender que siempre seremos mi bebé y yo, que no importa que no tenga a papá cerca, mamá jamás le hará falta, ni física, ni emocionalmente. Hoy entiendo y acepto, que el mundo no va a parar para poder sanarme, entiendo y agradezco que mi hijo sigue creciendo dentro de mí sin importar que su madre esté hecha pedazos. Decido ocupar los últimos tres meses de gestación en que seremos una sola persona, para aceptar y soltar, para que bebé tenga la madre que merece, la que soñé con ser desde el momento en que supe que crecía dentro de mí.
SIGO AQUÍ por mi bebé.
Ruth
El momento más difícil de mi vida fue empezar desde cero, obligarme a cruzar un lago que no quería cruzar, preguntarme ¿Cómo la persona que tanto me ama, me ha hecho tanto daño? Fue duro dejar lo que consideraba hogar, mi rutina, mis conceptos de amor, familia, lealtad. Ya no tenía presente ni futuro. Mi cuerpo me gritaba que debía salir en cada ataque de pánico o de ansiedad. Mi salud mental se desgastó y en un acto de querer morir dejé de comer y de dormir. Era extraño mandar fotos todos los días para comprobar que estaba viva, era raro que vigilaran mis pasos porque no podía hacerme cargo de mí misma.
SIGO AQUÍ: Pez, mi gatito le dio fuerza a mi vida, por Pez sigo aquí, me levantaba para darle de comer, agua y cambiar su arena. Pez me hizo regresar a mi centro. me di cuenta de que mi hogar soy yo y en él habita un ser que debo cuidar: Pez
Sigo aquí es un ensayo cargado de poesía, pero también una confesión que se cuenta al oído. Es, ante todo, es una afirmación de la vida: Sigo aquí.
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